Condenado
A reír de por vida. A mirarte tus ojos de niña guapa y tener de tus labios la custodia. Sentenciado a la vida. Castigado a la dicha. Arrojado a tu piel y penado con buscar tus lunares. Condenado a ser tu noche.
Condenado por ser quien soy.
Absuelto por ser quien eres.
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2 comentarios:
Parece que hay condenas bastante agradables!
Un gran abrazo, Javi!
Podría serlo más.
Pero también podría serlo menos. No nos equivoquemos.
Abrazos de vuelta ;)
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