08 febrero, 2009

Secretos



Desde los cristales rotos de mi ventana
cada mañana busco el lugar exacto por el malecón
donde perdí el corazón una extraña madrugada,
perdí mi corazón también mi alma.
Y a lomos de un viejo verso yo quisiera estar contigo
sin más testigos que un racimo de besos mojados en ron






Aún puedo sentir
tus manos por mi boca
cómo resistir
si el tiempo se equivoca una vez más.




Sentado sobre las ruinas de un fortín
castillo que en el aire construí,
que se llevó el viento, que vuela junto a mí
cada día que paso sin ti.
Y en el segundo que despide a la noche
hay un mundo que no puede dormir.
Soy vagabundo de alma y sin nombre
cada día que paso sin ti.




la lluvia que mojaba tus calles tan lloradas
quisiera que limpiara también tu alma,
y no amanece,

y no amanece en tu cara,
y no amanece en tu espalda.





Oigo el viento que en tus manos
fue una razón para creer
te he echado de menos hoy,
exactamente igual que ayer,
confío en que siempre estaré,
contigo aunque no estés.





Ayúdame y te habré ayudado
que hoy he soñado en otra vida
en otro mundo, pero a tu lado.





pero al tratar de juntar en una caja
todo lo que me dejó olvidé cerrarla.
Y a veces sin querer, cuando todo está en calma
la sombra del dolor asoma su cara.
Y volveré a sentir la oscuridad, a beber la soledad.
Hoy tengo que dejar su castillo en el aire,
pisar el suelo, aceptar un cambio de planes.

- Los Secretos -


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