27 agosto, 2007

Apariencias

"-Todos ven lo que tú pareces (decía Maquiavelo), pero pocos sienten lo que tú eres-. Esto, que ya era verdad en su época, lo es mucho más en la nuestra, encandilada con el fulgor de las apariencias, negadora de todo brillo que no deslumbre, escéptica de las virtudes que no sean externamente reconocibles. Nunca como ahora importó tanto el aspecto y tan poco la esencia de lo que somos. Nos gastamos fortunas en disfraces que muchas, demasiadas veces esconden realidades vacías, fuegos de artificio, máscaras huecas que disimulan nuestra frecuente medianía. Y nos quedamos tan contentos, como si la farsa, que desde luego enriquece la picardía de los de siempre, además de engañar a los demás, fuera capaz de adormecer nuestra propia conciencia.


Quizá por eso, uno se alegra cuando alguien desmiente el guión de la comedia y demuestra que también el oro y el genio pueden encontrarse en los más heterodoxos y extravagantes envoltorios.


Se llama Paul Potts y ha participado en el concurso Britain´s got talent, similar a nuestra Operación Triunfo, que buscaba a las personas con talentos artísticos más destacables de Inglaterra. En su primera intervención, se presentó inseguro, desaliñado, casi desvalido en el escenario, sin que nada pudiera presagiar lo que estaba a punto de ocurrir. Uno de los miembros del jurado, le preguntó con suficiencia y desgana, qué iba a hacer. "Cantar ópera", musitó tímidamente Paul, levantando sonrisas socarronas en el público. Pero cuando Potts comenzó su actuación entonando las primeras notas del Nessun Dorma de Giacomo Puccini, todos enmudecieron.




De su garganta, presumiblemente vulgar, salía una voz melodiosa, firme, capaz de emocionar a una multitud embelesada por su belleza, armonía, potencia y pasión.

[...]


Paul Potts es un ejemplo de cuanto les comentaba al inicio: no es la apariencia lo que determina lo que en realidad somos y fiarse sólo de ella, un error que pudiera hurtarnos el inmenso gozo de descubrir almas elegidas, magistrales, apasionantes. En este mundo nuestro de cánones rígidos, banalidades entronizadas y ortodoxias peregrinas, triunfan por desgracia las formas y, con ellas, esa estúpida ceguera que nos aleja de los demás y de nosotros mismos."


Rafael Padilla

Grupo Joly (Agosto 2007)


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