13 septiembre, 2007

Todo pasa y todo queda



Y no solamente enseña el viaje, también completa. Provechoso, como todos. Completa y dibuja, mejorando los esbozos con los que partimos a la aventura.







Ser testigos de historia viva; de cómo trastear con 27 símbolos y 7 sonares y conseguir que toda presencia te acaricien alma, corazón y vida. Comprobar que aquel pensamiento a tener hace años es válido; y compartir una obligada lectura de aprendices del mañana en las aulas del ahora. Cantar a Machado, Hernández, Lorca. Y a sí mismo. Y al compañero.



Un viaje escribe ahí dentro. Suscribe en la piel. Te lee el camino.

Un viaje a mirar, desde el asiento santo o la cruz del castillo.




A mirar. A mirarme. A mirarte.

A mirar ojos que sonríen, a mirar voces que se encienden, a mirar labios que no mienten.



A ver, y más.
A observar, y más.
A contemplar, y más.

Y más.
Y más..










"Yo propongo el Nobel de las letras para Bob Dylan. Para Serrat, tan solo que perdure el reconocimiento y el afecto que todos le tienen, lo cual seguramente sea el mejor de los premios."





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1 comentario:

Anónimo dijo...

Porque algunos gestos se tatúan.

Porque se mira, y además de mirar, se ve. Y además de ver, se siente. Y más.

Tocando con los ojos.

Señor viaje. Señor compañero de viaje.