01 mayo, 2008

De "Viaje por el alma de cada uno"



Aquí estamos los hijos del trabajo,
los hermanos del hambre,
los que fecundamos con el sudor de cada día
el vientre inmenso de la tierra,
los de las manos rudas
y el corazón de arcilla,
los del músculo tenso,
sucios de cuerpo y de mente limpia,
fuertes y acusadores,
humildes y violentos.
Eslabones sin nombre, sin rostro, sin palabra,
mudos de grito inútil.
La yedra de la ira se nos enrosca dentro.
En nosotros descansa el peso del camino,
de la elocuencia vana,
de las panzas ahítas,
de la risa y el cetro.
Pero juntos, unidas nuestras manos,
con el sol por frente
- el dolor y el cansancio, compañeros -,
caminamos ansiando un horizonte
de amor y de justicia,
de paz y de sustento.
El dios de la esperanza nos conduce
y un dia... llegaremos



- Angustias Pereyra Xavier -

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