30 octubre, 2007

Silencio y sal



Hay momentos en los que algo, alguien, te hace frenar en seco y ver las cosas de una manera totalmente diferente.
Todavía cuelga de una estantería cierta frase que un día me hizo escribir una buena amiga: "ver las cosas de otra manera". Y es que la mayoría de nuestros momentos se encuentran encorsetados en la prisa, la necesidad, el deseo, la obligación. Respiramos sin llevar el compás. Sin sentirlo.

Algo así me ha sucedido hoy. Ir con esa prisa, pensando en el señor tiempo y la señora del santo lugar, cuando al bajar del coche una bofetada de mar me hizo aterrizar en el mundo de los sentidos. De la pausa, del reconocimiento y del placer de estar aquí. De poder oler a mar. De poder ver azul y sol. De sentir el silencio y la sal.


Aun acercándose Noviembre, me siento afortunado.






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2 comentarios:

BeRiTa dijo...

Pareciera que para muchos, algún mes es 'el mes'...

Javi** dijo...

Guardamos fechas, en nuestra memoria y más allá. Y algunas fechas nos guardan a nosotros.