06 octubre, 2007

Un paseo


Volví para pasear de nuevo tus calles. Llorarlas al callar el caminar. Reconocer cada pared que tu espalda acarició. Con luz de luna, o de cruz cada sol.

Volví para bajar el bulevar y buscar la catedral de un recuerdo, el alcázar de una amistad, y el río que tanto amor llevó.

Volví para escuchar el agua rodar. Para oler el jazmín custodio de diez dedos vete a saber cuál de quién.

Volví para recoger cada caricia que tanta vida sembró. Cada beso que en esquina se convirtió. Cada mirada de miedo y valor que a vivir aprendió.

Volví para cruzar el pasaje atendiendo al secreto que me llevaba a ti. Para leer tus muecas donde ya no están. Para sentir la serenidad que el callejeo siempre te dio.

Volví para recuperar cada llanto y suspiro. Para apretar los dientes y morder los labios. Para dar gracias a cada torre que nos escondió. Para soñar llover, lágrimas de algodón.

Volví para reconquistar toda la ciudadela. Para resarcir cualquier deuda y rescatar cada beso, resucitado.

Volví para callar el por qué, para comprender que fue. Para probar si en ese empedrado podría hoy caer.

Volví para verte sin que estuvieras allí.
Volví para perderme en ti.
Volví por mí.

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