19 mayo, 2007

Por pensar


Me gustaría encontrarme en alguna esquina, en algún cuaderno o en algún espejo, con el Javi de hace diez años. Con el de hace cinco, o incluso con el de hace uno o dos. Y explicarle que hubo cosas que podría haber hecho de otra manera. Que no debería haberse tomado tan en serio algunas situaciones que conlleva la vida, ni haber dudado tanto al querer acertar siempre.

...

Pero tambien le diría que hubo otras muchas que las hizo tal y como debían hacerse. Que supo callar como nadie; ayudar en lo que pudo y más; sentir como debería sentir un alma, sea para reír o llorar; y librar esa batalla que a veces el mundo te presenta para que dejes de seguir siendo tú.

...

Qusiera encontrarme con él, y explicárselo. Y quiero que el Javi de dentro de 10 años venga hoy. A mí. Aquí. Y me haga entender, con lo que pueda saber dentro de ese tiempo, si merecen la pena tantas cosas.

...


Yo diría que sí.
Espero que él también.

**

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me resulta extraño hablarte desde aquí, y es que este “aquí” no es un lugar, sino que es otro tiempo. He decidido dar un paseo por tu presente para hablarte de tu futuro, que no es más que parte de mi pasado. A veces hablaré de tí, a veces de mí, pero al fin y al cabo, el que habla aquí y el que lee, paradójicamente, son la misma persona.

Lo primero que te diría es que todo lo que hiciste, lo hiciste por alguna razón. Y esa razón, en cada situación, fue la responsable de que hoy día seas y vayas a ser lo que eres, para unos bueno, para otros malo, para otros distinto, pero sobre todo... para tí, tú.

Tú no eres otra cosa que el cúmulo de errores, aciertos, penas, alegrías, sueños, ilusiones, miedos, pesadillas, tropiezos, carreras, caminos, besos, golpes, caricias, mentiras, verdades, abrazos, gritos, susurros, letras... algunas que quizás por separado lograron y lograrán postrarte en un mar de lágrimas en más de una ocasión, pero todas estas causalidades, en conjunto, te han hecho crecer y seguirán siendo el combustible que tejerá con mimo cada esquina de tu vida.

No tienes que darme explicaciones de nada de lo que hiciste o sentiste aquellas veces en que dudabas o te sentías perdido. Con el tiempo, aprendes a vivir con la incertidumbre hasta llegar a considerarla algo necesario para respirar. Sin ella, para qué ibas a preguntarte por la manera de girar que tiene el mundo y los que en él viven, y si realmente eres tú el raro o lo son ellos.

Lo último, y no menos importante... Lo que hoy soy es lo que tú serás en unos años, y puedo decirte que hoy soy feliz. Porque hice lo que me dictaron el corazón y la mente, siempre en son de paz y mutuo acuerdo. También porque sentí cada palabra y abrazo en la dimensión que correspondía. Porque a pesar de poder ser cuestionado, nunca te vendiste a la opinión de los demás por miedo, sino que te respetaste y cumpliste tu empeño según tu criterio. Serás feliz porque sabrás recibir con acierto la atención de aquellas personas que no conciben sin tí la palabra amistad, y sabrás responderles estando a la altura de sus corazones, con dedicación.

Hoy, justo hoy, soy feliz porque ser yo en todos y cada uno de esos momentos importantes, sin dudarlo, mereció la pena.

Fdo: Javi** (20 Mayo 2030).

Javi** dijo...

GRACIAS, por atender a esta llamada.
Espero encontrarte en esa fecha, y darte un abrazo que subraye cada una de las palabras que aquí me has regalado.