24 diciembre, 2008
21 diciembre, 2008
Repito
14 diciembre, 2008
06 diciembre, 2008
Nunca, ahora y después
01 diciembre, 2008
26 noviembre, 2008
18 noviembre, 2008
Estudios
Hoy me he matriculado para seguir viviendo. La preinscripción en la facultad del planeta azul. Hasta ahora azul.
Alguien solicitó por mí los estudios de Vida. Cádiz por colegio, un patio como primer aula y "la bolera" como patio del recreo. Sobresaliente en pensar. Suspenso en sentir.
Instituto de las Cruces de Mayo, y la mejor escuela y profesora para recuperar lo no tenido. Clases intensivas de mirar, saber y callar. Sobresaliente en Historias. Suspenso en la asignatura del señor Tiempo.
Con los amigos por universidad y un deporte por maestro, diplomado en brindar por quien brindo. Licenciado en intentar ser y estar, y doctorándome en saber con quién y por qué.
11 noviembre, 2008
A un beso de ti
Y sé que siempre me tendrá en vilo,
después de mil noches más una,
besos, calles, jarabes y lunas,
quedarme a un beso de ti.
05 noviembre, 2008
31 octubre, 2008
El calentamiento del Planeta
26 octubre, 2008
De ti, yo
19 octubre, 2008
Oscar al Mejor Guión Original
Tu conciencia como narrador, voz en off. Pantalla grande, fuera luces y la primera imagen tu sonrisa en la gran pantalla. Invitado a la película de tu vida en una sala de los cines de antes. De películas sin trampa ni cartón, con poco efecto especial y ninguna corrección digital. Con la banda sonora de esta montaña de momentos que es vivir, y los mejores actores que conociste jamás. Todo parecido con la realidad será pura realidad; sin más títulos al final que los que tú escribiste.
Una realidad premiada con el Oscar al Mejor Guión Original. Porque es el que fue, y de lo no ocurrido nadie sabe.
Felicidades.
Por mí, y por todos mis compañeros;
por ti primero.
**
13 octubre, 2008
Amanecer
Son muchos amaneceres. En un autobús. En santas semanas. En noches sin fin y su fin amanece.
De playa y campiña. De sueño y soledad.
Entre brazos y besos. Con perfume a piel, y pupilas bien vividas.
Amaneceres con miedo y adiós.
Amaneceres con valor y honor.
Amaneceres que se fueron.
Y volvieron a dormir lo oscuro, para enseñarte un despertar.
**
11 octubre, 2008
04 octubre, 2008
02 octubre, 2008
27 septiembre, 2008
24 septiembre, 2008
El pellizco
El pellizco. Arte.
En el toreo, el flamenco, la pintura y la imaginería.
Ese latigazo que te eriza la piel. Esa caricia que se agarra al alma.
En la palabra bien dicha. En la mirada, entornada.
Ese olé incontenible. Ese silencio justo. Y ese te quiero, sin decir nada.
En Palabras, exactas.
En Miradas, estancadas.
22 septiembre, 2008
Otoño
19 septiembre, 2008
17 septiembre, 2008
Frágiles
Tan frágiles como nosotros solos.
Diamantes que rayarían a cualquier todo,
y que estallarían ante un golpe sin maestro.
A veces, no nos sepulta ni el mayor alud.
Ni nos ahoga el diluvio universal,
ni nos zarandea siquiera tifón o huracán.
Otras,
la inocencia de una palabra,
la maldad de una traición
o el grito amigo.
Una lágrima, un sonido.
un secreto iluminado o un 'no puede ser',
... le dan la razón al estúpido letrero
que mejor nos define.
**
13 septiembre, 2008
Hakuna Matata
10 septiembre, 2008
En hora
05 septiembre, 2008
04 septiembre, 2008
4 de Septiembre
Garabateado por
Javi**
sobre las
19:03
03 septiembre, 2008
02 septiembre, 2008
Un buen verano
En Málaga, Córdoba, Barcelona, Alicante, Cádiz, Nerja-Torrox, Fuengirola. Y París. París.
Ha tenido el viaje al corazón de un alguien. Cosas del 2008 y cosas del 2007. Más canciones. Más charlas y más aprender. Llamadas inesperadas. Un mundial en casa y unos juegos olímpicos personales y particulares. Y un premio que me guardo para otro día. Y ganas, muchas ganas.
De chasquear los dedos, guardar lo disfrutado y seguir viviendo.
De tener unos días de templaza en ese septiembre con mi propio 'luego', el mío de olivos, silencio y sonrisas que desarman. Y recuperar una parte importante del Javi que mejor conozco.
Conciertos. Grandes conciertos. Callejones y vueltas a casa.
Des-ilusiones y Des-canso.
Promesas bajo llave. Segundos platos, y lo que no viene en el menú.
Sin duda, ha sido un buen verano.
Un buen verano.
31 agosto, 2008
Entre lo que existe y lo que no
27 agosto, 2008
05 agosto, 2008
VIP
Porque después de 10 años,
presente en cada campeonato,
este es muy distinto.
Felicidades Noe, tu ciudad te quiere
**
01 agosto, 2008
25 julio, 2008
14 julio, 2008
Des-cansado
Aunque no sé muy bien de qué.
Necesito lo que necesito
**
25 junio, 2008
21 junio, 2008
Salvavidas
Crímenes perfectos
...
¿Sentiste
a los asuntos pendientes volver,
hasta volverte muy loco?
...
- Andres Calamaro -
Crímenes Perfectos
18 junio, 2008
Impresencias
- Rafael Argullol -

Garabateado por
Javi**
sobre las
14:21
La circunstancia que nos buscó
17 junio, 2008
Soldadito de plomo
16 junio, 2008
Estaciones
14 junio, 2008
11 junio, 2008
Cenizas
Durante tiempo y tiempo, cuidaron el fuego como si les fuera la vida. Centenares de miles de años hasta saber encenderlo y alimentarlo.
'Salvajes' que éramos, custodios de llama, calor y luz, sol del cielo prestado por volcanes y tormentas, bajo la consigna de no más frío, no más miedo, no más hambre ni más negro.
Protegiendo el aliento ardiente.
Abrigando su amarillo.
Sustentando sus chasquidos. Amparando y atrincherando su genio.
Poco aprendemos de lo mal vivido. Llamas de hoy mal cuidadas: abandonadas. Llamas de a dos. Encuentros, palabras y reloj. Que al tiempo este fuego, no arde sino en su propia hoguera. Hasta acabar sin lumbre; agonizante, y fatuo.
**
08 junio, 2008
01 junio, 2008
Condenado
29 mayo, 2008
Zenobia
Patio Primero
Silencio. Sólo queda
un olor de jazmín.
Lo único igual a entonces,
a tántas veces luego...
¡Sinfin de tanto fin!
¡Cómo le aumenta el alma
Cuando se pone el sol
28 mayo, 2008
Lecciones
27 mayo, 2008
26 mayo, 2008
24 mayo, 2008
20 mayo, 2008
16 mayo, 2008
12 mayo, 2008
Conciencia
10 mayo, 2008
Una vida en la mochila
Hay despedidas que duran, exactamente, 60 minutos.
Cerraduras, puertas, que guardarán esos minutos y todos los días, uno tras otro, que alimentaron una manera de ser, de pensar, de vivir, de aprender y de mirar.
Conocerle cada rincón, cada arañazo, cada baldosa y cada escalón. Criarte entre unas tablas de madera y unas líneas azules que marcan tu universo. A 6 metros el alma. A 9 el corazón. Y más allá de lo blanco y amarillo, gritos, aplausos, ánimos, críticas y amigos. Y amigas.
Una historia de pitufas que andaban con su sonrisa y su malaje. Una historia de pitufos con su vida y su qué será. Una historia de mayores con la piel erizada sabiendo que no hay más minutos que los de hoy.

Y mil historias que se quedan por contar,
que serán de siempre.
06 mayo, 2008
4
05 mayo, 2008
Miradas sin prejuicios
01 mayo, 2008
De "Viaje por el alma de cada uno"
Aquí estamos los hijos del trabajo,
los hermanos del hambre,
los que fecundamos con el sudor de cada día
el vientre inmenso de la tierra,
los de las manos rudas
y el corazón de arcilla,
los del músculo tenso,
sucios de cuerpo y de mente limpia,
fuertes y acusadores,
humildes y violentos.
Eslabones sin nombre, sin rostro, sin palabra,
mudos de grito inútil.
La yedra de la ira se nos enrosca dentro.
En nosotros descansa el peso del camino,
de la elocuencia vana,
de las panzas ahítas,
de la risa y el cetro.
Pero juntos, unidas nuestras manos,
con el sol por frente
- el dolor y el cansancio, compañeros -,
caminamos ansiando un horizonte
de amor y de justicia,
de paz y de sustento.
El dios de la esperanza nos conduce
y un dia... llegaremos
30 abril, 2008
Martes im-previsto
Hoy me han contado historias que merecen la pena.
Hoy me han propuesto historias que merecen la pena.
Hoy los imprevistos han merecido la pena.
27 abril, 2008
20 abril, 2008
The ghost
Danny Federici (1950 - 2008)
**
Te deseo lo mejor
19 abril, 2008
El brujito y el jarabe de luna (y VI)
- A este mejunje le falta algo… - afirmó el brujito.
- ¿No era un jarabe de luna?
Cruzaron sus miradas y asintieron con la cabeza.
- Abre la ventana, que nos preste su plata.
Ahora el julepe tenía la densidad ideal. ¿Qué sería un jarabe de luna, sin luna?
- ¡Ya está! – Se ilusionó el gorro, volviéndose casi celeste.
- Solamente le falta… dejarlo que se temple. Que se tome su tiempo, y que las manecillas de un reloj todavía no inventado, le den el sabor exacto.
- Nada más nos queda llevárselo al guardián del pórtico.
El maguito se quedó pensando, si no era mejor enviarle un mensaje en forma de paloma, para que fuese él quien se acercara a recogerlo.
Llevaba tiempo con esa sensación: prefería esperar a ser buscado, antes que lanzarse a otra aventura. Fuese nueva, o conocida. Se encontraba más seguro, y menos expuesto. Y aunque sabía que una andanza siempre deja un corazón con mejor armonía en su latir, este era momento de aguardar. ¿A qué? A nada en concreto. Simplemente a lo que tenga que venir. Seguro que es lo bueno.
- ¿Algún ingrediente de última hora?
- Sí. Un poco de brisita. Con su correspondiente sonrisa.
Cerraron el libro de secretos, leyendo en un párrafo final la sabiduría antigua:
“Hasta aquí escribieron los que estaban antes que tú. Hasta aquí las sustancias para el jarabe de luna…
… Recuerda que luego, con cada alma que diluya en esta agua de cristal su propio parecer, su sabor se tornará más intenso, más pensado, más dulce…
… Es suficiente con alguna cucharada para cada uno. Y a esperar sus efectos…
…Cada cual los tendrá distintos…”
Lo colocaron en su sitio, el reservado a las ganas de agradar; y se acercaron a la vidriera para darle las gracias a la luna, a través de una mirada, que brillaba, y brillaba, y brillaba. Y brillaba, y brillaba...
18 abril, 2008
El brujito y el jarabe de luna (V)
Mientras reflexionaban, removieron con cucharones el agua, de fuentes, ríos, arroyos, lluvia y pozos de los deseos. Pero sobre todo, de mar y lago. A la vez que iban enarenando el líquido con cada mágico don de los vivientes.
- ¿Por qué viene tan poca gente a disfrutar de estos jarabes? – Preguntó la voz azulada, contemplando una estantería repleta de libros, pócimas y soluciones.
El gorro tenía razón. No eran muchos los que se acercaban a saber de un jarabe, a pedir un ungüento, reclamar un pensamiento, o buscar un soluble.
- Recuerda que la magia que aquí hacemos, no es la única. Ni tiene por qué ser la mejor. Hay otros muchos brujos, y grandes hechiceros, que pueden atraer con más convencimiento a cada pupila…
La bola interrumpió con su música estas palabras, indicando la hora de gustar el jarabe.
17 abril, 2008
Una pregunta
Es una pregunta
16 abril, 2008
El brujito y el jarabe de luna (IV)
Argüía pócimas para cada problema que conocía. Aunque bien es cierto que unas funcionaban mejor que otras; y que algunas, incluso, no tenían los efectos deseados. Pero no siempre se puede acertar.
Y allí se encontraban. El aprendiz con su tobardo rojo de acomodadas arrugas, sus guantes blancos e ingeniosos, y una sonrisa de curiosidad y esperanza. El gorro arremangado, con sus estrellas y lunas tatuadas en piel de oro, y buscando preguntas pertinentes. La bola mágica frente a ellos…
- ¿Con qué forjarás este jarabe?
- Este va a ser un jarabe complejo. Pero no porque tenga ingredientes muy enrevesados. O plantas extrañas… Todos se podrán encontrar en cualquier valle, pues crecen en cada lugar que se desee sembrar. Solamente será complejo porque llevará un poquito de todo, y un poquito de cada. En definitiva, casi de todo… y a la vez casi de nada.
- ¿Entonces voy dándote los primeros tarros que encuentre?
- Sí, recoge los que tengas más a mano, que luego ya añadiremos los demás.
El señor azulado se dirigió a la despensa, mientras el hechicero encendía el fogón y limpiaba el agua pura. Encontró un poquito de arena y sal, jugo de nubes y rayitos de sol, momentos vividos… Cada tarrito con la tapadera de un color. Cuencos con besos pequeñitos, cariños controlados, abracitos de varias tallas, miradas largas…
- ¡Tráete los saquitos! – Exclamó brujito con voz ilusionada, vigilando la bola mágica.
- ¿Los saquitos también! (Se lo está tomando en serio, no hay duda).
Deslizó la tabla que los escondía, y con sumo cuidado, fue cogiendo cada uno de ellos.
- Aquí tienes: la empatía, la amistad, la ternura, la paciencia, el optimismo, la convicción, la generosidad…
- Bondad, fantasía, constancia, la gracia, la ayuda…
- ¿Has traído la serenidad?
- Serenidad, autenticidad, perseverancia, complicidad, valentía, sencillez, alegría, sinceridad, el aprendizaje…
- Prudencia, responsabilidad… confianza, superación, compromiso, la expresividad…
Había tantos saquitos, que si no fuera por ese encantamiento que tenía el caldero, no cabrían en su interior. ¡Había tantos…! pero a todos los alquimistas, magos y brujitas del mundo, les fascinaba contarlos uno a uno. No sería esta una excepción.
- Qué suerte, tener polvillo de todas estas… ¿virtudes?
- Bueno, cualquiera tiene esta suerte. Este polen se encuentra a cada paso que das, y cada persona lleva algo de él.
- Lo que sí nos costó fue envolverlos a todos.
- Cierto, pero para eso nosotros trabajamos con la magia.
- Con la magia de cada persona.
- Tú lo has dicho – susurró el brujito demasiado bajo, tanto que el comentario quedó para sí.
- Cada persona tiene más magia, que la que nunca nadie pueda inventar sobre una tina. Tenemos una suerte que alguna vez, dentro de mucho tiempo, nos mereceremos realmente; pues disfrutamos de personas que nos han regalado su arena divina. Algunas, sacos enteros. Nos la entregaron con cada gesto, y no siempre en papel de regalo. No siempre conscientemente.
- Bueno, nosotros respondemos guardándola con cariño, ¿no?
- Y aprendiendo, nunca se te olvide.
14 abril, 2008
Vivir vivo
El brujito y el jarabe de luna (III)
Entre tanto cavilar, los ojos que tenía por observatorio se percataron de una extraña circunstancia: la luna brillaba más que nunca. Y era porque… en aquel cielo que protegía el arcedo, no había ninguna estrella. Solamente la luna. La luna llena. A rebosar.
Parecía que los puntos de luz se habían guardado en el gorro azul, y por ello no podían brillar allá en lo alto.
- La luna. La luna ha debido dormir cada día en un olivar de plata. De allí habrá tomado no sólo su color, sino toda su sabiduría.
- Y del abetal, su misterio – completó el gorro.
- La luna… siempre tiene una cara oculta. Una cara de reserva. Una intimidad bien guardada. Tiene sus fases, y épocas en las que siempre crece. Otras en las que desaparece, para dejar a todas las miles de millones de estrellas del universo, mostrar su brillo más afilado. Sabe dormir la noche como nadie, y mecer una cuna con la mano más templada que puedas imaginar. Tiene su soledad sin sol. Pero toda su luz para viajar alrededor de cada lugar…
- Te fascina la luna, amigo.
- Haré un jarabe de luna, amigo – Apuntó el brujito mientras abría, con la llave de marfil, su humilde morada.
12 abril, 2008
10 abril, 2008
El brujito y el jarabe de luna (II)
- Mira, una estantería. ¿Te gusta?
Te gusta era precisamente una de esas preguntas que hoy tiene una respuesta, pero mañana quizás no.
- No es que no me guste. Es que ahora no nos hace tanta falta. Además, ampliamos hace poco la nuestra, ¿no?
Brujito contestó observando a su vez que nadie accedía al interior de la villa por los pórticos centrales. Eso le extrañó, y hacia allá se encaminó.
- ¡Buenos días!
- Buenos días, ¿qué desea? – le preguntó quien custodiaba aquella entrada.
- ¿Puedo pasar?
- Esta puerta es solamente para aquellos que ya la han cruzado. Y por cómo pregunta, usted no ha pasado nunca por aquí.
El gorro cambió su formación de estrellas y lunas, y se dibujó con una composición más sorprendente. Le solía ocurrir cuando no entendía algo y además le urgía una respuesta.
- Pero entonces, no tendréis nuevos visitantes en esta zona del poblado.
- Cierto. Pero no podemos permitir que, algunos de esos viajeros, siembre una mala semilla en nuestro hogar.
- Me parece razonable tu sentir, aunque si por miedo a una mala cosecha no haces el sembrado, tampoco tendrás una que dé frutos.
En este momento, el alargado acompañante retomó su silueta original, a la vez que el guardián entendió la propuesta.
- ¿Y cómo puedo saber si usted es alguien que merece franquear esta puerta? ¿Qué tiene que no tengan los demás? ¿Qué ha logrado, o hecho distinto y mejor, que otros pretendientes a cruzar por aquí?
Nuestro maguito pensó y pensó. Y a cada posible argumento le encontraba un debate incierto que no podría reafirmar. Tampoco llevaba consigo nada especialmente valioso, ni extraordinario; por lo que con una mirada, le hizo saber al hombre que no le podría dar una respuesta acorde a sus pretensiones.
- Mire, señor brujito. No puedo dejarle entrar por esta puerta… hoy. Algo me dice que usted es capaz de traerme algo con lo que yo pueda justificar su entrada. Espero que me entienda…
- Le entiendo perfectamente. No se preocupe. Quizás vuelva la luna que viene.
- Buen viaje de regreso – le deseó el buen hombre.
- ¡Gracias!
Con lo que dirigió sus pies hacia la arboleda, y se dispuso a idear alguna manera de visitar a los nativos de aquella tribu.